Ir al contenido principal

Hacer o no hacer... esa es la cuestión

Leía el otro día un aríticulo sobre los miedos que nos "asedian", esos miedos que nos impiden "hacer cambios" en nuestra vida.
Me hizo pensar en todas las veces en las que no había tenido la valentía suficiente para hacer los cambios que mi vida necesitaba. Decía un correo muy antiguo de los que recibíamos por Internet ¿quien no se ha escondido debajo de las sábanas asustado al oír un ruido en casa? ¿Nos protegen las sábanas de que haya entrado alguien? Todos nos sonreíamos, tal vez identificados con esta actitud pueril y no pensada. Y cuando no sé qué hacer con mi vida, ¿también opto por "esconderme debajo de las sábanas" a esperar que pase algo? ¿Y que espero que pase cuando no decido nada en mi vida por miedo a equivocarme, a tomar la decisión inadecuada? ¿Y cuál es la decisión inadecuada?
Me hace pensar en ello todas las personas que tenemos alrededor y que "esperan" que pase la crisis en lugar de hacer algo al respecto, en lugar de buscar alternativas. Mientras, otras personas asumen riesgos, se equivocan y crecen con las equivocaciones. Y es que cada vez estoy más convencida de que es mejor pedir perdón que pedir permiso, huír de la parálisis de valorar todo, tirarse a la piscina y desde luego arrepentirse de lo que uno hace más de lo que uno no hace.
¿Qué es más equivocado hacer algo y asumir las consecuencias o no hacer nada ... y asumir las consecuencias también?

Comentarios

  1. Pablo Villanueva Alonso23 de enero de 2011, 16:51

    Justo me viene como anillo al dedo.
    !Gracias MLlN! Emprender... toda una aventura en la que me voy a embarcar.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Un cuento .... de actitud... con Luis Galindo

Hace unos días en una conferencia con Luis Galindo compartió el siguiente cuento que me encantó. Decía así, a la entrada de un pueblo estaba sentado un viejecito con un bastón. Apareció un caminante, que se detuvo ante el viejecito para preguntarle: "Buen hombre, ¿me puede decir como es la gente de este pueblo?". El viejecito, a su vez le preguntó: "¿Cómo era la gente con la que ha vivido en otros lugares?". Al caminante, se le cambió la cara y repuso: "Las personas con las que he vivido en otros lugares, eran personas complicadas y egoístas, que se pasaban el día comentando sobre la vida de los demás, personas inmaduras y quejicas."  Entonces, el viejecito le contesto: "Pues aquí son iguales." Entonces, el caminante prosiguió su camino.  Al rato, apareció otro caminante. Se dirigió también al viejecito y saludándole , le pregunto: "Buen hombre, ¿sabría decirme como es la gente de este pueblo?". El viejecito, de la misma manera! Le ...

Coaching social

He empezado a estudiar o mejor dicho a vivir una formación para convertirme en coach. ¿A vivir? Sí, a vivir. He encontrado una escuela en la que experimentas el proceso en tus propias carnes para entender después lo que vive tu coachee. No es necesario decir cual, no es una cuña publicitaria.   En los últimos años, se ha hablado mucho de coaching. Durante una época estuvo muy de moda el coaching ejecutivo, muy directo que actuaba sobre las acciones, muy orientado al trabajo a los directivos. ¿Moda de los JASP?  Los modelos han ido evolucionando y yo me estoy formando en el coaching ontológico, un método que afecta a la persona en todas sus facetas. No sé, será porque me cuesta separarme en trocitos y separar mi persona en la que va al trabajo, la que hace deporte, la que estudia, la que está con amigos, me parece que ni puedo ni quiero ser diferente en cada entorno...  Además, tengo la suerte de que ahora lo que está de moda es "no aislar" nuestras facetas ¿no? Pa...

Un viejo cuento indio

Hace unos días, leí en un boletín al que estoy suscrita de José Ballesteros un pequeño cuento que me encantó. Lo comparto Un viejo abuelo cherokee hablaba con su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas, previniéndole para que, estando alerta, no se dejara llevar por los malos instintos. El abuelo le decía: "Hijo mío, todo ser humano lleva en su interior dos lobos ávidos de ser alimentados y cuya batalla es siempre encarnizada para conseguir alimento. Uno es negro. Malvado. Está lleno de ira, intranquilidad, amargura, impaciencia, maldad, envidia, celos, sensiblería, inexplicable pesar, autocompasión, codicia, avaricia, arrogancia, culpa sin remordimiento, resentimiento, rencor, inferioridad disfrazada de superioridad, falsedades, mentiras, orgullo, negativismo. El otro es blanco. Bueno. Está lleno de amor, gozo, paz, fe, alegría, felicidad, verdad, justicia, esperanza, serenidad, gran paciencia, humildad, reconocimiento y enmienda de errores, sabid...