La semana pasada estuve en un curso de oratoria dirigido a hablar en las Juntas Generales. En realidad, el tema es lo de menos. El curso lo impartió una coach, hizo varios ejercicios que me hicieron darme cuenta de que "he vuelto a las andadas". Me explico, hace unos años hablando con un amigo psicológo me dijo que hay un listado de palabras que "eliminar" de mi vocabulario: "pero", "siempre", "nunca", "todas las veces", "imposible", etc. En general, conviene eliminar palabras "absolutas" que no me permiten cambiar, adaptar conductas, comportarme de diferentes maneras. Asi, "todo", "siempre", "nunca" son palabras que me atan y atan a la persona a la que se las digo. Por ejemplo, "¡Es que nunca tienes en cuenta lo que digo!". Realmente ¿nunca?. o Puede formularse como "Muchas veces no tienes en cuenta lo que te digo". La diferencia parece una tonte
Busquemos y compartamos las experiencias positivas que nos recarguen de energía, que reconstruyan nuestras ilusiones, nuestros sueños... Aceptando el mundo y desde ahí construyendo un lugar mejor.