Es una pregunta que formuló la Presidenta de Unicef España a un medio de comunicación. Lo he pensado muchas veces. Me he quejado de que sólo escucho cotilleos "feos", desagradables, morbosos de la gente. ¿Y que cosas digo yo de los demás? ¿Me dedico a contar cosas morbosas, desagradables o cosas graciosas y positivas? Cada día me pasan miles de cosas, muchas buenas y algunas regulares... y sin embargo, ¿cuantas veces me quedo con las malas para calificar lo que ha pasado en un día? En realidad, me doy cuenta de que también es tarea mía construir que se hable de las cosas buenas, de las cosas bonitas que pasan en el mundo que son muchas, de las cosas que ayudan a construir situaciones y no a destruir. ¿Que sentido tiene contar que a alguien otro le critica? Eso lo único que hace en ahondar la incomprensión, la lucha, el dolor... ¿Para qué? ¿Para darme importancia? Al final, cada uno es el resultado de lo que le ha vivido, de lo que ha sufrido, de lo que ha disfrutado. Supong