Todavía resuenan en mi cabeza estas palabras que escuché ayer por la noche, tomando algo con unos amigos... Me pregunto si eso es así. Si no somos capaces de disfrutar lo que tenemos y nos pasamos nuestra vida anhelando lo que no llega.
Al final, esto no lo leí sólo con el amor en si mismo, sino en general con nuestros sueños, con las cosas que nos hacen felices.
¿Vivimos desintegrados pensando continuamente que nos haría feliz una cosa distinta de la que tenemos? De alguna forma, cuando elijo una cosa aparto otra de mi vida. Si estoy con alguien no estoy solo, si trabajo en una empresa no trabajo en otra, si quiero desarrollarme en el trabajo sacrifico tiempo de hacer otras cosas, si tengo familia veo menos a mis amigos... es ley de vida... porque el tiempo es limitado. Aunque nos gustaría que el día tuviera 40 horas para dedicar todas las horas que necesito al trabajo, a las cosas que me gustan, a mi familia o mis amigos... no es así. Es necesario elegir...
Tener un sueño está muy bien, aspirar a conseguir lo que quiero...todo esto sin caer en el error de "soñar" con cosas por las que no voy a luchar, en el de engañarme soñando que si pasara algo mi vida sería de otra manera. Los comienzos son siempre bonitos... lo importante es mantenerse en el camino cuando vienen las dificultades, de verdad, y no ir renunciando a las cosas por falta de esfuerzo o por miedo a lograr alcanzar un sueño y que este no sea lo que esperaba...
¿Será verdad que sólo lo que nunca alcanzaré, por una razón u otra, es lo que dura?
Sera el amor de Dios por nosotros eterno porque no le correspondemos?
ResponderEliminarSera que nuestro deseo de ser felices perdura en muestra vida porque ninca llegaros a serlo...
Creo que prefiero pensar que lo que perdura es lo que vivo y mo lo que podria vivir