Después de hablar con varias personas, parece que los mensajes positivos de "querer es poder", "hay que ser valiente para atreverse a soñar y hacerlo" en momentos concretos de nuestra vida...pueden "bloquearnos"... Personalmente, yo lo he experimentado, la sensación de no tener las riendas de mi vida, de estar saturada de problemas o situaciones que me sobrepasan...No pasa nada...
En esos momentos, sin perder de vista nuestro sueño, aunque más difuso, necesitamos dejarnos flotar... dejar que el tiempo pase, recoger fuerzas...y, sobre todo, no perder la confianza en que después de la tormenta sale el solo, que las cosas pasan que es cuestión de tiempo.
Y sobre todo que podemos caernos, que de los errores se aprende todavía más que de los aciertos. Lo peor es lo enemigo de lo bueno y estoy en el proceso de aprender que equivocarme me construye cuando yo quiera que así sea. No me destruye.
En momentos así, estoy aprendiendo a "dejarme llevar", a no tratar de dominar las situaciones. Dicen que en caso de caer al mar es más fácil que se ahogue un nadador profesional que uno que no lo es. ¿Cómo puede ser eso? En el fondo, tiene lógica, el nadador profesional confía en sus habilidades y tratará de luchar contra la corriente, de "salvarse" sólo, con el consiguiente agotamiento. En cambio, si cualquiera de nosotros se encontrara en esa situación, nos limitaríamos a tratar de flotar y ganar tiempo para que lleguen a salvarnos...nos dejaríamos flotar hasta que "vinieran tiempos mejores". ¿o no?
En esos momentos, sin perder de vista nuestro sueño, aunque más difuso, necesitamos dejarnos flotar... dejar que el tiempo pase, recoger fuerzas...y, sobre todo, no perder la confianza en que después de la tormenta sale el solo, que las cosas pasan que es cuestión de tiempo.
Y sobre todo que podemos caernos, que de los errores se aprende todavía más que de los aciertos. Lo peor es lo enemigo de lo bueno y estoy en el proceso de aprender que equivocarme me construye cuando yo quiera que así sea. No me destruye.
En momentos así, estoy aprendiendo a "dejarme llevar", a no tratar de dominar las situaciones. Dicen que en caso de caer al mar es más fácil que se ahogue un nadador profesional que uno que no lo es. ¿Cómo puede ser eso? En el fondo, tiene lógica, el nadador profesional confía en sus habilidades y tratará de luchar contra la corriente, de "salvarse" sólo, con el consiguiente agotamiento. En cambio, si cualquiera de nosotros se encontrara en esa situación, nos limitaríamos a tratar de flotar y ganar tiempo para que lleguen a salvarnos...nos dejaríamos flotar hasta que "vinieran tiempos mejores". ¿o no?
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