Había oído hablar mucho de este libro. Me lo habían recomendado en muchas ocasiones. Por fín, cayó en mis manos. No esperaba una historia así.
Narra la historia de un hombre en un campo de concentración. Lo que le va sucediendo, cómo lo va viviendo, las personas que se quedan por el camino, las que se salvan. como interactúan.
La historia es impresionante por la dureza del cuadro. No obstante, lo más duro de todo me parece la conclusión que formula al final. La primera de las conclusiones que formula es de qué manera las personas nos transformamos y embrutecemos, cómo nos adaptamos a las circunstancias, somos capaces de cualquier cosa, cada uno de nosotros lo es. La segunda de las conclusiones con las que me quedé es que sobrevivir a un campo de concentración era harto complicado... hasta tal punto dice él, que de alguna forma, en algún momento, la persona que sobrevivió eligió salvarse a él en lugar de salvar a otro. De manera que, dice, no han sobrevivido los "mejores" entendiendo los mejores, como todas las etiquetas que nos ponemos de generosidad, entrega y demás...
Admiro profundamente a las personas que son capaces de asumir que cada uno de nosotros somos capaces de lo mejor y de lo peor. Me parece que eso nos hace mejor personas y más comprensivos con los avatares que la vida nos plantea a nosotros y a las personas que nos rodean. ¿y yo? ¿que hago con ello?
Narra la historia de un hombre en un campo de concentración. Lo que le va sucediendo, cómo lo va viviendo, las personas que se quedan por el camino, las que se salvan. como interactúan.
La historia es impresionante por la dureza del cuadro. No obstante, lo más duro de todo me parece la conclusión que formula al final. La primera de las conclusiones que formula es de qué manera las personas nos transformamos y embrutecemos, cómo nos adaptamos a las circunstancias, somos capaces de cualquier cosa, cada uno de nosotros lo es. La segunda de las conclusiones con las que me quedé es que sobrevivir a un campo de concentración era harto complicado... hasta tal punto dice él, que de alguna forma, en algún momento, la persona que sobrevivió eligió salvarse a él en lugar de salvar a otro. De manera que, dice, no han sobrevivido los "mejores" entendiendo los mejores, como todas las etiquetas que nos ponemos de generosidad, entrega y demás...
Admiro profundamente a las personas que son capaces de asumir que cada uno de nosotros somos capaces de lo mejor y de lo peor. Me parece que eso nos hace mejor personas y más comprensivos con los avatares que la vida nos plantea a nosotros y a las personas que nos rodean. ¿y yo? ¿que hago con ello?
Hoy he leido un artículo. Varias frases que me han gustado:
ResponderEliminar- Ante la crisis, no hay mejor brújula que nuestros valores.
- A toda crisis se llega por un vicio y de toda crisis se sale desde una virtud.
- Nos conectamos a esa brújula interior desde el corazón. Eselugar donde habitan nuestros anhelos más profundos, nuestra verdadera identidad/esencia. Esa brújula nos da una dirección y un sentido, y está conectada con la pasión.
- El camino del vértigo es el abanderado del placer instantáneo, de la intensidad sin profundidad. El camino del éxtasis persigue la profundidad intensa. Uno nos conduce al egoísmo, el victimismo y la inercia, y el otro nos lleva al pragmatismo, la responsabilidad y la proactividad.
Hace relativamente poco descubrí a Stefan Zweig, merece la pena leer alguno de sus libros ("Los ojos del hermano eterno")