Leí esta frase y me gustó. La uso mucho en mi día a día. El otro día me decía una amiga que lo de tener pensamientos positivos, hablar de ellos, escribirlos, está muy bien. Sin embargo, no es suficiente. Además, hay que ponerlos en práctica.
Estoy totalmente de acuerdo, concibo el pensamiento como la base de la actuación. De manera que marca la línea de la actuación siguiente. Volviendo al ejemplo del vino, esto no consiste en saber que el vino emborracha, sino en emborracharse con él. Hay que poner en práctica los comportamientos que nos ayudan. De alguna forma automatizarlos, hasta conseguir hacerlos casi sin pensar.
Si la primera idea que nos viene a la cabeza es positiva, nos ayudará a avanzar más que si no lo es. Lo importante es que el pensamiento positivo que nos viene a la cabeza nos mueva a hacer lo que queremos. Es la base, no el fin en sí mismo.
Si en cambio, los pensamientos que tengo son negativos, limitantes, etc. dificílmente podré abordar lo que me proponga.
En los momentos, en los que no sé cómo salir me ayuda pensar que después de la tormenta viene el sol. No porque me lo hayan dicho, sino porque lo he experimentado. Es suficiente con mantenernos y "esperar" tiempos mejores. Y no pasa nada. Porque los tiempos mejores llegan y sólo depende de nosotros acelerar la llegada.
Estoy totalmente de acuerdo, concibo el pensamiento como la base de la actuación. De manera que marca la línea de la actuación siguiente. Volviendo al ejemplo del vino, esto no consiste en saber que el vino emborracha, sino en emborracharse con él. Hay que poner en práctica los comportamientos que nos ayudan. De alguna forma automatizarlos, hasta conseguir hacerlos casi sin pensar.
Si la primera idea que nos viene a la cabeza es positiva, nos ayudará a avanzar más que si no lo es. Lo importante es que el pensamiento positivo que nos viene a la cabeza nos mueva a hacer lo que queremos. Es la base, no el fin en sí mismo.
Si en cambio, los pensamientos que tengo son negativos, limitantes, etc. dificílmente podré abordar lo que me proponga.
En los momentos, en los que no sé cómo salir me ayuda pensar que después de la tormenta viene el sol. No porque me lo hayan dicho, sino porque lo he experimentado. Es suficiente con mantenernos y "esperar" tiempos mejores. Y no pasa nada. Porque los tiempos mejores llegan y sólo depende de nosotros acelerar la llegada.
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