Esta mañana estaba leyendo una historia que quería compartir contigo.
Cuenta una historia antigua que dos judíos, Joseph y Karl, pasaron juntos tres años de cautiverio en un campo de concentración nazi, después de veinte años, se volvieron a encontrar.
Joseph estaba feliz, se había casado, tenía tres hijos y trabajaba en una empresa. Karl había vivido amargado como ermitaño en una cabaña aislada en la montaña. "¿Pero como puedes ser feliz y haber olvidado la injusticia que sufrimos?", le dijo Karl. Su amigo Joseph le contestó: "Por supuesto que siempre me acordaré de lo que sufrimos, pero ahora me doy cuenta de que yo soy libre y que tú sigues encerrado en el campo de concentración".
Una pequeña reflexión que me lleva a analizar en que campos de concentración sigo yo encerrada y de cuales he conseguido liberarme...
El hombre en busca de sentido sigue dando de pensar... Recomiendo encarecidamente su lectura.
ResponderEliminarUn abrazo y enhorabuena por este blog!!