Ir al contenido principal

Tenemos un vampiro emocional en la oficina...

Es el título de un artículo publicado en Expansión la semana pasada, creo que del viernes. Me gustó leerlo. Tenemos un vampiro emocional, pero no sólo en la oficina... están por todas partes. Nos rodean.
Hablaban de los ladrones de energía de aquellas personas que minan las relaciones con los demás, se pasan el día quejándose, de cualquier cosa, la negatividad aflora en todos los momentos.
Otros, con una medio sonrisa, explican cómo hay que hacer las cosas "sin meterse en el barro" claro.
Y así, existen muchas personas tóxicas. Me gusta no sacar las "cosas malas" de mí, como si no me afectaran... en la medida en que considere posible que yo también puedo ser tóxica y caer en esos comportamientos, tendré cuidado, sino como a mi no me pasa pues no haré nada al respecto.
Las personas tóxicas están en todas partes o mejor dicho podemos estar en cualquier sitio. Soy tóxico cuando me quejo, cuando manipulo las cosas, cuando ataco las cosas positivas... y esno no me ayuda ni a mí ni a los que me rodean...
Procuro huir de los vampiros de energía, de las personas que me "roban" las fuerzas y, al mismo tiempo, me esfuerzo en "regalar" energía a los que me rodean... sólo hay que elegir las personas de las que te rodeas... Las personas energéticas te completan, te impulsan, no te restan.
El reto de la semana es tratar de "soltar lastre" quitando a las personas que nos roban energía y esforzarme en dar energía a otras personas, que, a su vez me impulsan...
Porque, en la medida de lo posible, no quiero ser un vampiro emocional ni en la oficina...ni fuera de ella.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No hay que preocuparse hay que ocuparse...

La primera vez que escuché esta frase me pareció una estupidez. Típica afirmación para "arreglarte la vida". En realidad, pensé, yo no elegía preocuparme... me preocupaba porque pasaba algo... Me hizo gracia la explicación de pre-ocuparse. En realidad, es como anticipar la ocupación... pensando en cosas en general negativas. Leí no hace mucho una frase que me gustó mucho: La mente se orienta a lo que escucha, por eso comunica en positivo... Si la mente se orienta a lo que escucha o a lo que la "ocupa" y la preocupación, en realidad, no es más que anticipación de cosas malas que pueden pasar va a resultar que es cierto que no tiene sentido preocuparse. Aunque al principio me pareciera una tontería he hecho consciente el hecho de que efectivamente cuando estoy "ocupada" no tengo tiempo de "preocuparme" me centro en buscar soluciones y no en anticipar problemas... De manera que me he propuesto dar más importancia a la ocupación que a la preocupació

El único amor eterno es el no correspondido...

Todavía resuenan en mi cabeza estas palabras que escuché ayer por la noche, tomando algo con unos amigos... Me pregunto si eso es así. Si no somos capaces de disfrutar lo que tenemos y nos pasamos nuestra vida anhelando lo que no llega. Al final, esto no lo leí sólo con el amor en si mismo, sino en general con nuestros sueños, con las cosas que nos hacen felices. ¿Vivimos desintegrados pensando continuamente que nos haría feliz una cosa distinta de la que tenemos? De alguna forma, cuando elijo una cosa aparto otra de mi vida. Si estoy con alguien no estoy solo, si trabajo en una empresa no trabajo en otra, si quiero desarrollarme en el trabajo sacrifico tiempo de hacer otras cosas, si tengo familia veo menos a mis amigos... es ley de vida... porque el tiempo es limitado. Aunque nos gustaría que el día tuviera 40 horas para dedicar todas las horas que necesito al trabajo, a las cosas que me gustan, a mi familia o mis amigos... no es así. Es necesario elegir... Tener un sueño está muy bi

Un cuento .... de actitud... con Luis Galindo

Hace unos días en una conferencia con Luis Galindo compartió el siguiente cuento que me encantó. Decía así, a la entrada de un pueblo estaba sentado un viejecito con un bastón. Apareció un caminante, que se detuvo ante el viejecito para preguntarle: "Buen hombre, ¿me puede decir como es la gente de este pueblo?". El viejecito, a su vez le preguntó: "¿Cómo era la gente con la que ha vivido en otros lugares?". Al caminante, se le cambió la cara y repuso: "Las personas con las que he vivido en otros lugares, eran personas complicadas y egoístas, que se pasaban el día comentando sobre la vida de los demás, personas inmaduras y quejicas."  Entonces, el viejecito le contesto: "Pues aquí son iguales." Entonces, el caminante prosiguió su camino.  Al rato, apareció otro caminante. Se dirigió también al viejecito y saludándole , le pregunto: "Buen hombre, ¿sabría decirme como es la gente de este pueblo?". El viejecito, de la misma manera! Le