Ir al contenido principal

¿Uno más unos son tres?

¿De que depende que uno más uno sumen tres?
Si, en efecto, de la actitud con la que enfoques las cosas en la vida. Lo que nos pasa nos construye. Los cambios nos resultan costosos. Sin embargo, son el motor que hace que avancemos. Recuerdo mi primera salida de un sitio. Estaba feliz y de la noche a la mañana se acabó. Sin explicación, sin justificación.
Los cambios bruscos suelen ser difíciles de asimilar, sobre todo los que no son elegidos por uno mismo, sino que de alguna manera, vienen impuestos.
Y, al mismo tiempo, son los que más me han hecho crecer. De repente, se acaba tu "mundo confortable" hay que salir a buscar, a conocer gente, a mostrarte vulnerable, hay que pedir ayuda.
En estos momentos, es bastante habitual que tengamos personas a nuestro alrededor que buscan trabajo. Parece más "aceptable". Cuando eres el único que busca te miran con cara de pena... y también de distancia porque claro les vas a pedir algo. Una persona con idiomas, brillante, inteligente... ¿Como puede tardar en buscar trabajo? ¿Un hombre/una mujer guap@ como puede no estar casado? ¿Son esos mis paradigmas?
Mujer-hombre listo=trabajo, mujer-hombre guapo, completo=matrimonio... Simplifica la vida pensar así, sin duda...
Sin embargo, mi experiencia es que eso no funciona así. En momentos de la vida, las cosas parece que se atascan y entonces hay que buscar otras salidas, porque lo que hacía normalmente ya no funciona... y es que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, lo importante es localizar la ventana que se abre y aprovecharla...y no quedarse frente a la puerta que se cierra lamentándose de que se ha cerrado...
Todo se entrena y me he acostumbrado a buscar la ventana que se abre...(aunque no pueda evitar llorar por la puerta que se cierra, muchas veces)... Te animo a que busques en cada situación la ventana que se abre. ¿Recuerdas? No hay bien que por mal no venga... ¿donde está el bien de cada mal? Depende de mí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No hay que preocuparse hay que ocuparse...

La primera vez que escuché esta frase me pareció una estupidez. Típica afirmación para "arreglarte la vida". En realidad, pensé, yo no elegía preocuparme... me preocupaba porque pasaba algo... Me hizo gracia la explicación de pre-ocuparse. En realidad, es como anticipar la ocupación... pensando en cosas en general negativas. Leí no hace mucho una frase que me gustó mucho: La mente se orienta a lo que escucha, por eso comunica en positivo... Si la mente se orienta a lo que escucha o a lo que la "ocupa" y la preocupación, en realidad, no es más que anticipación de cosas malas que pueden pasar va a resultar que es cierto que no tiene sentido preocuparse. Aunque al principio me pareciera una tontería he hecho consciente el hecho de que efectivamente cuando estoy "ocupada" no tengo tiempo de "preocuparme" me centro en buscar soluciones y no en anticipar problemas... De manera que me he propuesto dar más importancia a la ocupación que a la preocupació

El único amor eterno es el no correspondido...

Todavía resuenan en mi cabeza estas palabras que escuché ayer por la noche, tomando algo con unos amigos... Me pregunto si eso es así. Si no somos capaces de disfrutar lo que tenemos y nos pasamos nuestra vida anhelando lo que no llega. Al final, esto no lo leí sólo con el amor en si mismo, sino en general con nuestros sueños, con las cosas que nos hacen felices. ¿Vivimos desintegrados pensando continuamente que nos haría feliz una cosa distinta de la que tenemos? De alguna forma, cuando elijo una cosa aparto otra de mi vida. Si estoy con alguien no estoy solo, si trabajo en una empresa no trabajo en otra, si quiero desarrollarme en el trabajo sacrifico tiempo de hacer otras cosas, si tengo familia veo menos a mis amigos... es ley de vida... porque el tiempo es limitado. Aunque nos gustaría que el día tuviera 40 horas para dedicar todas las horas que necesito al trabajo, a las cosas que me gustan, a mi familia o mis amigos... no es así. Es necesario elegir... Tener un sueño está muy bi

Un cuento .... de actitud... con Luis Galindo

Hace unos días en una conferencia con Luis Galindo compartió el siguiente cuento que me encantó. Decía así, a la entrada de un pueblo estaba sentado un viejecito con un bastón. Apareció un caminante, que se detuvo ante el viejecito para preguntarle: "Buen hombre, ¿me puede decir como es la gente de este pueblo?". El viejecito, a su vez le preguntó: "¿Cómo era la gente con la que ha vivido en otros lugares?". Al caminante, se le cambió la cara y repuso: "Las personas con las que he vivido en otros lugares, eran personas complicadas y egoístas, que se pasaban el día comentando sobre la vida de los demás, personas inmaduras y quejicas."  Entonces, el viejecito le contesto: "Pues aquí son iguales." Entonces, el caminante prosiguió su camino.  Al rato, apareció otro caminante. Se dirigió también al viejecito y saludándole , le pregunto: "Buen hombre, ¿sabría decirme como es la gente de este pueblo?". El viejecito, de la misma manera! Le