Ir al contenido principal

Automarginación o discreción

Ayer estuve en una boda. Íbamos a hacer una foto de grupo. Ya se sabe en las bodas fotos de los del cole, de la universidad, de primos, de amigos... y asi van desfilando los distintos grupos. Cada uno de nosotros se siente categorizado dentro de uno de esos grupos, unas veces por querer ser muy protagonistas y otras ¿modestos?
Formamos un grupo de todas las que hacíamos el mismo deporte para hacernos una foto juntas, al fin y al cabo, era lo que nos unió con la persona que se casaba... y una de las personas a las que "llamaron" a la foto, se autoexcluyó por no considerarse del grupo. El razonamiento es que hacía mucho que no lo practicaba. Me sorprendió porque no era la única que había dejado de jugar y, sin embargo, si fue la única que se excluyó por haberlo dejado de practicar. Me hizo pensar en todas las veces en las que, sin razón o ¿por llamar la atención? me he excluido de grupos que no me han marginado... Las veces que si no me mencionan expresamente no me he considerado parte, o incluso en las que necesito que hagan especial hincapié en que cuentan conmigo, porque tengo un mal momento o simplemente porque necesito refuerzo.
¿Me excluyen los que me rodean o me excluyo yo? Me gusta observar como hay personas a mi alrededor que no se sienten de más y otras, en cambio, aunque tengan su hueco, se empeñan en "sentirse de más", en no sentirse parte del grupo y sobre todo en hacer que todo el grupo se de cuenta.
Todavía más curioso porque en este caso, era un equipo no un grupo. Un equipo yo lo definiría como un grupo más cohesionado, más relacionado y ¿como puede ser que un miembro de un equipo se autoexcluya del equipo?

Comentarios

Entradas populares de este blog

No hay que preocuparse hay que ocuparse...

La primera vez que escuché esta frase me pareció una estupidez. Típica afirmación para "arreglarte la vida". En realidad, pensé, yo no elegía preocuparme... me preocupaba porque pasaba algo... Me hizo gracia la explicación de pre-ocuparse. En realidad, es como anticipar la ocupación... pensando en cosas en general negativas. Leí no hace mucho una frase que me gustó mucho: La mente se orienta a lo que escucha, por eso comunica en positivo... Si la mente se orienta a lo que escucha o a lo que la "ocupa" y la preocupación, en realidad, no es más que anticipación de cosas malas que pueden pasar va a resultar que es cierto que no tiene sentido preocuparse. Aunque al principio me pareciera una tontería he hecho consciente el hecho de que efectivamente cuando estoy "ocupada" no tengo tiempo de "preocuparme" me centro en buscar soluciones y no en anticipar problemas... De manera que me he propuesto dar más importancia a la ocupación que a la preocupació

El único amor eterno es el no correspondido...

Todavía resuenan en mi cabeza estas palabras que escuché ayer por la noche, tomando algo con unos amigos... Me pregunto si eso es así. Si no somos capaces de disfrutar lo que tenemos y nos pasamos nuestra vida anhelando lo que no llega. Al final, esto no lo leí sólo con el amor en si mismo, sino en general con nuestros sueños, con las cosas que nos hacen felices. ¿Vivimos desintegrados pensando continuamente que nos haría feliz una cosa distinta de la que tenemos? De alguna forma, cuando elijo una cosa aparto otra de mi vida. Si estoy con alguien no estoy solo, si trabajo en una empresa no trabajo en otra, si quiero desarrollarme en el trabajo sacrifico tiempo de hacer otras cosas, si tengo familia veo menos a mis amigos... es ley de vida... porque el tiempo es limitado. Aunque nos gustaría que el día tuviera 40 horas para dedicar todas las horas que necesito al trabajo, a las cosas que me gustan, a mi familia o mis amigos... no es así. Es necesario elegir... Tener un sueño está muy bi

Un cuento .... de actitud... con Luis Galindo

Hace unos días en una conferencia con Luis Galindo compartió el siguiente cuento que me encantó. Decía así, a la entrada de un pueblo estaba sentado un viejecito con un bastón. Apareció un caminante, que se detuvo ante el viejecito para preguntarle: "Buen hombre, ¿me puede decir como es la gente de este pueblo?". El viejecito, a su vez le preguntó: "¿Cómo era la gente con la que ha vivido en otros lugares?". Al caminante, se le cambió la cara y repuso: "Las personas con las que he vivido en otros lugares, eran personas complicadas y egoístas, que se pasaban el día comentando sobre la vida de los demás, personas inmaduras y quejicas."  Entonces, el viejecito le contesto: "Pues aquí son iguales." Entonces, el caminante prosiguió su camino.  Al rato, apareció otro caminante. Se dirigió también al viejecito y saludándole , le pregunto: "Buen hombre, ¿sabría decirme como es la gente de este pueblo?". El viejecito, de la misma manera! Le