Esta mañana, tomé un café con una persona que conocí hace un par de años. Hablábamos de lo complicadas que eran las relaciones entre personas por la diferencia de "motores" que hay detrás de los comportamientos de cada uno de nosotros, por la escala de valores, de prioridades... Ayer cenando salió un tema parecido...
Y con ello, el tema de la gestión de las expectativas... Me gustó la reflexión que me hizo. Tal vez, porque estoy convencida de que tiene mucha razón.
La vida de cada uno es un todo, donde conviven muchas cosas: amigos (los que los tienen y los cuidan), pareja y/o familia (los que la tienen y además la cuidan), trabajo, aficiones... De la suma de todo ello, calibrando cada uno lo que me importa y eligiendo lo que tiene que prevalecer...si, de todo esto, sale mi felicidad.
Como una ecuación:
Amigos (ponderado por cada uno) + familia/pareja (ponderado por cada uno) + aficiones (lectura, deporte, cada uno lo que tenga) + trabajo = mi grado de felicidad
Por lo tanto, de esto se desprende que mi grado de felicidad no me lo "dan" por arte de magia, sino que lo construyo con las elecciones que hago en mi vida. Si me gusta hacer deporte y es lo que más me ayuda y resulta que no dedico tiempo a ello... a medio/largo plazo (e incluso a veces a corto) me pasará factura...
Y por supuesto, cada elemento de la ecuación tiene el "valor"/peso que yo le dé y, en conscuencia tengo que actuar. Por ejemplo, si de mi trabajo espero conseguir relaciones con muchas personas y me dedico a traducir en casa, será una fuente de frustraciones. No estaré consiguiendo del trabajo lo que espero. Puedo elegir entre buscar otra actividad o buscar satisfacer esta necesidad trabajando de relaciones públicas los fines de semana, por ejemplo. De esta forma, con dos actividades conseguiré satisfacer lo que anhelo...
Hace tiempo que pienso, que la vida es una cuestión de equilibrios y que, efectivamente, no se pueden poner todos los huevos en la misma cesta... por eso, decidí vivir al 100% en distintos ámbitos... ahora sólo me queda por encontrar la ponderación para que la suma de todas las variables sume 100% y no 400% ... y evitar que el disfrute se convierta en desgaste... estoy en el camino... En todo caso, prefiero vivir al 400% (y asumo el coste que tiene) que al 50%...
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