El otro día, tomando una coca-cola con unas amigas, una contaba que acababa de casarse y que sus amigas no dejaban de decirle la suerte que tenía con el marido que le había tocado... Después de que se lo repitieran muchas veces, terminó diciéndoles: "¿Porqué me decís que he tenido suerte, si era amigo de todas y ninguna se ha fijado en él?"
Me hizo gracia y me dio que pensar. En realidad, me pregunté cuantas veces he hecho cosas que estaban al alcance de cualquiera y que nadie más ha querido hacer, por el esfuerzo, por el coste, por la pereza, etc... y me han salido cosas y entonces, sólo entonces, los que decidieron no hacerlo, me han espetado: "Hay que ver la suerte que tienes". Ya lo dice el sabio refranero español: "A Dios rogando y con el mazo dando"...
Supongo que decirle a alguien que tiene suerte justifica mi falta de esfuerzo... y sí, creo en la suerte, pero ciertamente cuanto más construyes más fácil es que tenerla.
Por eso, cuando yo misma "acuso" a alguien de tener suerte procuro valorar lo que hay "por detrás" de esa suerte... porque detrás de la suerte hay, por lo general, un gran esfuerzo...
Esa es la razón por la que he decidido, tener suerte y construir lo que espero para mi vida... Y no pensar que las cosas van a llegar sin hacer nada. Ayuda mucho a valorar lo que los demás hacen y ayudarles también a que tengan suerte.
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