Si, lo sé, de esto ya hemos hablado antes. Pero no puedo evitarlo. No dejo de leer artículos que hablan del líder del siglo XXI, de la necesidad de tomar decisiones, de que los problemas no se esfuman de debajo de la alfombra (donde los quiero esconder, me pregunto si para que olvidarme, para que se olviden los demás, ¿?) y, en cambio en la empresa, me encuentro con situaciones en las que no se decide, unas veces yo, otras veces los que me rodean...
Tengo la sensación de que estoy viviendo una especie de bipolaridad, de esquizofrenia... de decir una cosa y de hacer otra distinta... Y me he dado cuenta de que no no me gusta. Si, probablemente lo sabía de antes, todos lo sabemos pero dice una frase que me encanta que no es lo mismo saber que el vino emborracha que emborracharse con vino. Es decir no es lo mismo saber que experimentar... y hoy, puedo decir que he experimentado lo que cuesta no tomar decisiones, el desgaste que supone para las personas que están alrededor y para mi misma. Y lo peor, es que NADA desaparece, sólo empeora y reaparece en el momento más inoportuno...
De manera que me he propuesto dos cosas hacer lo que digo y decir lo que que hago, pero también vivir/trabajar/relacionarme con personas que quieran eso que quiero yo. No estoy cómoda diciendo una cosa y haciendo otra diferente y no entiendo que me digan y hagan una cosa diferente. Y, si todo tiene un coste que hay que asumir, y elegir eso supone renunciar a cosas sin duda. Lo que pasa es que ya me ha quedado claro que no elegirlo, para mí, tiene un coste mucho más alto. Llega un momento que ya no se es capaz de analizar ni lo que se dice ni lo que se hace.
He escuchado muchas veces (en mi generación y para arriba) muchas quejas de las redes sociales, de la "vida pública" que se vive ahora con Facebook, con Twitter, etc., también decir que nos arrepentiremos de todo lo que se comparte...
No sé si los más jóvenes con una "vida tan pública" se arrepentirán de lo que han compartido, lo que si tengo claro es que esa forma de vivir exige una mayor coherencia en todos los aspectos, porque habrá muchas formas de contrastar información. No sólo yo hablaré de mi, sino que lo harán mis contactos/amigos/conocidos/compañeros de trabajo... y (espero) será mucho más importante hacer lo que se dice y decir lo que se hace... porque o lo hago yo u otros lo harán por mí. Y entonces ¿que será de mi credibilidad?
Tengo la sensación de que estoy viviendo una especie de bipolaridad, de esquizofrenia... de decir una cosa y de hacer otra distinta... Y me he dado cuenta de que no no me gusta. Si, probablemente lo sabía de antes, todos lo sabemos pero dice una frase que me encanta que no es lo mismo saber que el vino emborracha que emborracharse con vino. Es decir no es lo mismo saber que experimentar... y hoy, puedo decir que he experimentado lo que cuesta no tomar decisiones, el desgaste que supone para las personas que están alrededor y para mi misma. Y lo peor, es que NADA desaparece, sólo empeora y reaparece en el momento más inoportuno...
De manera que me he propuesto dos cosas hacer lo que digo y decir lo que que hago, pero también vivir/trabajar/relacionarme con personas que quieran eso que quiero yo. No estoy cómoda diciendo una cosa y haciendo otra diferente y no entiendo que me digan y hagan una cosa diferente. Y, si todo tiene un coste que hay que asumir, y elegir eso supone renunciar a cosas sin duda. Lo que pasa es que ya me ha quedado claro que no elegirlo, para mí, tiene un coste mucho más alto. Llega un momento que ya no se es capaz de analizar ni lo que se dice ni lo que se hace.
He escuchado muchas veces (en mi generación y para arriba) muchas quejas de las redes sociales, de la "vida pública" que se vive ahora con Facebook, con Twitter, etc., también decir que nos arrepentiremos de todo lo que se comparte...
No sé si los más jóvenes con una "vida tan pública" se arrepentirán de lo que han compartido, lo que si tengo claro es que esa forma de vivir exige una mayor coherencia en todos los aspectos, porque habrá muchas formas de contrastar información. No sólo yo hablaré de mi, sino que lo harán mis contactos/amigos/conocidos/compañeros de trabajo... y (espero) será mucho más importante hacer lo que se dice y decir lo que se hace... porque o lo hago yo u otros lo harán por mí. Y entonces ¿que será de mi credibilidad?
Comentarios
Publicar un comentario