Hace uno días, me contaron que hicieron una prueba en una gran ciudad, concurrida y llena de gente, podría ser Madrid, París, Londres... En este caso, era Nueva York. Parece que pusieron a una persona tendida en el suelo... y sólo entre un 5 y un 10% se paraba a ver que pasaba... El resto, decían, ni siquiera la veía. No se estaba analizando la solidaridad de las personas sino la incapacidad de ver cosas que no me espero.
Esto hila con una clase que tuve no hace mucho, en la que un profesor del IE, José Luis Potela, me decía que pensar cansa tanto, que, por lo general, no pienso cuando hago las cosas. En realidad, tengo "metidas" situaciones en la cabeza y reacciono de forma automática a esas situaciones.
Bueno, en realidad, no es nada nuevo, es lo que hago cuando entreno a cualquier deporte. De alguna forma, trabajo para que me ocurran muchos tipos de situaciones y evitar tener que pensar cuando se presenten (no da tiempo durante un partido por ejemplo), así que aprendo lo que hay que hacer y trabajo la velocidad de respuesta...
Y me he dado cuenta de que en mi día día, replico lo mismo. ¿Necesito un documento? Busco referencias y las adapto. Y así un largo etc. De alguna forma, me pregunto si he perdido la capacidad de pensar de cero, de contruir cosas nuevas. En realidad, lo que veo lo defino con las referencias que tengo.
Eso hace que a la hora de abordar cosas nuevas ¿las encajo a la fuerza en el patrón que tengo y me "olvido" o no tengo en cuenta las cosas que no encajan en ese patrón?
Me he dado cuentad, de que sí, que a veces ocurre que datos que me dan para evaluar cosas, situaciones, se quedan por el camino porque como "no encajan" pues los dejo inconscientemente a un lado. La velocidad a la que vivo, me exije sintetizar y claro, me dejo cosas que no percibo como importantes. Pero, ¿lo son?
Comentarios
Publicar un comentario