¿Y porqué hablar del día a día? Me ha surgido porque desde el día 5 de diciembre no había vuelto por aquí... Me he parado a pensar, porque durante tres años, me paraba a reflexionar sobre muchas cosas, buscaba como cambiar lo que no me gustaba en mi y en lo que me rodeaba, analizaba de forma más critica... ¿Porqué? Simplemente porque no estaba en un entorno confortable, porque tenía retos que superar, cosas que resolver y afrontar... Esos entornos, que me generan inseguridad, desasosiego, me enfrentan a mi misma, a mis reacciones en situaciones con las que no estoy familiarizada... Me ayudan a conocerme a mi, y a los demás. Me entrenan para otras situaciones complicadas en mi vida. Si, lo sé que fácil es decirlo y que difícil sentirlo cuando estoy en la zona de no confort. Sin embargo, si soy sincera conmigo misma y me pregunto ¿cuándo he aprendido más en la vida, en los problemas o cuando me divertía?
La verdad, la verdad, es que en las situaciones difíciles, es cuando más he crecido, mejorado como persona y profesional. Y además, normalmente me han ayudado a darme cuenta de lo que me rodea. De quien aporta y de quién no, de que cosas de las que hago me ayudan y de las que no... Y es que periódicamente hay que vaciar armarios, agendas, etc...de personas/cosas que restan, que ocupan tiempo y/o sitio... Y hacer hueco para cosas/personas nuevas...y algunas veces, también, reconocerse a uno mismo que algo que parecía que no aportaba, por la rutina, por el día a día, aporta mucho mas que cualquier cosa nueva que podamos encontrar....y es que a veces, necesito perder algo para darme cuenta de lo que tenía.
¿Te has planteado alguna vez lo que has aprendido en los momentos difíciles? ¿Y en los fáciles?
La verdad, la verdad, es que en las situaciones difíciles, es cuando más he crecido, mejorado como persona y profesional. Y además, normalmente me han ayudado a darme cuenta de lo que me rodea. De quien aporta y de quién no, de que cosas de las que hago me ayudan y de las que no... Y es que periódicamente hay que vaciar armarios, agendas, etc...de personas/cosas que restan, que ocupan tiempo y/o sitio... Y hacer hueco para cosas/personas nuevas...y algunas veces, también, reconocerse a uno mismo que algo que parecía que no aportaba, por la rutina, por el día a día, aporta mucho mas que cualquier cosa nueva que podamos encontrar....y es que a veces, necesito perder algo para darme cuenta de lo que tenía.
¿Te has planteado alguna vez lo que has aprendido en los momentos difíciles? ¿Y en los fáciles?
Comentarios
Publicar un comentario