He recibido una formación, hace un par de semanas, donde hemos trabajado en equipo y conseguido cosas que, seguro, individualmente no hubiera conseguido, pero lo más sorprendente es que incluso después de haberlo hecho juntos, me pregunto si soy capaz de repetirlas sola.
Me ha dado que pensar. Ahora, se oye hablar todo el tiempo del trabajo de equipo, de la riqueza que supone, de la importancia que es tener un equipo diverso (diverso son personas diferentes, diferentes educaciones, creencias, formas de trabajar, de asimilar, de actuar, etc.). Sin embargo, ¿cuando elijo a alguien para mi equipo busco a alguien como yo o diferente?
En realidad, me he dado cuenta de que muchas muchas veces, digo una cosa y hago otra distinta. Los equipos diversos son estupendos pero cuando tengo que contratar a alguien busco a alguien que trabaje como yo, es más fácil de gestionar. Al buscar pareja, el mensaje es cuanto más parecidos menos problemas ¿es eso verdad?
Sin embargo, creo que el mejor equipo en el que he estado, es un equipo en el que cada una somos diferente de verdad, de educación, creencias, forma de enfocar la vida, reacciones ante la adversidad... y la verdad, todavía estoy analizando como este equipo del que formo parte, funciona y se vuelca siempre para tirar de la que se queda atrás en el mundo que compartimos como equipo, el deporte, y fuera de él. Se mezclan edades, reacciones, nacionalidades, caracteres, todo un poco... y hemos conseguido una armonía sorprendente. Es verdad que lo diferente no siempre es fácil, ¿pero lo es lo que es igual? No me parece que mucho más.
Comentarios
Publicar un comentario